El proceso de purga de los frenos implica eliminar el aire del sistema de frenos y, aunque se trata de un paso necesario durante algunos tipos de procedimientos de mantenimiento y reparación de frenos, es de vital importancia realizar el proceso de purga correctamente para garantizar un funcionamiento adecuado de los mismos. Siga leyendo para saber por qué puede ser necesario purgar los frenos y cómo hacerlo bien a la primera.

Por qué puede ser necesario purgar los frenos

Es importante comprender que los sistemas de frenos sólo funcionan correctamente cuando no hay aire en ninguna parte de la red de conductos de freno. A diferencia del líquido de frenos, el aire es altamente compresible, lo que implica que el líquido de frenos presurizado comprimirá primero las burbujas de aire antes de actuar sobre las pinzas y/o los cilindros de la rueda. Además, dado que una frenada normal suele desplazar menos de un mililitro de líquido de frenos, un gran volumen de aire en un sistema de frenos podría impedir la generación de la presión necesaria en el sistema de frenos. Desde el punto de vista de la seguridad, esta situación equivale a una avería repentina y catastrófica del sistema de frenos.

En la práctica, algunos procedimientos de mantenimiento/reparación de los frenos podrían introducir aire en el sistema de frenos como consecuencia natural del propio procedimiento de reparación. Entre estos procedimientos podemos destacar, entre otros, la sustitución de las pinzas y de los cilindros de la rueda, la sustitución de las juntas o de los pistones de las pinzas, la sustitución de los latiguillos de freno de goma o acero, la sustitución de los cilindros principales y cualquier otro procedimiento de reparación que requiera deshacer o desconectar uniones y empalmes de los latiguillos de freno.

En estos casos, todo el aire en el sistema de frenos debe ser purgado para garantizar el correcto funcionamiento de los frenos después de la reparación, por ello, mostramos a continuación el proceso a seguir.

Cómo purgar los frenos

Aunque basta una única persona para purgar correctamente el sistema de frenos, hay que tener en cuenta que, dado que el purgado puede complicarse, le recomendamos encarecidamente que cuente con un ayudante para facilitar el proceso. También debe tener en cuenta que necesitará algunas herramientas y equipos básicos, como los siguientes

CONSEJO: Aparte de las herramientas y equipos que se enumeran a continuación, puede invertir en una herramienta de vacío o presión que elimine la necesidad de un ayudante. Este tipo de herramientas pueden encontrarse en la mayoría de las tiendas de repuestos de automóviles y presentan una amplia variedad; desde simples bombas de vacío manuales que succionan el líquido de frenos en un pequeño recipiente, hasta equipos voluminosos que requieren un compresor para funcionar. Tenga en cuenta que, aunque una sencilla bomba de vacío manual suele bastar para purgar sistemas de frenos sencillos, el purgado de sistemas de frenos complejos en vehículos de gama alta suele requerir el uso de equipos complejos y caros que, como suele ocurrir, requieren un compresor independiente si el compresor no está incorporado en el equipo.

Por todo lo anterior, le recomendamos que estudie las herramientas y el equipo necesario para purgar el sistema de frenos del vehículo, en especial, antes de comprometerse a realizar un procedimiento que podría requerir un equipo que no posee o al que no tiene acceso.

• Una cantidad suficiente de líquido de frenos limpio; recomendamos unos 500 ml del líquido de frenos recomendado para el vehículo en un recipiente sellado. El uso exclusivo de líquido de frenos procedente de recipientes cerrados evita en gran medida la introducción de contaminantes como el agua en el sistema de frenos.

• Un metro aprox. de tubo de silicona; es ideal contar con un tubo para acuarios

• Una botella de refresco de 600 ml cortada a la mitad de su altura.

• Una llave adecuada, o un conjunto de llaves adecuadas para las boquillas de purga de las pinzas y/o los cilindros de la rueda.

• Varias toallas o trapos grandes de tela muy absorbentes para limpiar los derrames de líquido de frenos o aserrín para poder absorber los derrames de líquido de frenos sobre el pavimento o en el suelo del garaje.

• Un juego de cuatro caballetes de apoyo adecuados para colocar debajo de los puntos de apoyo especificados del vehículo.

  

• Un gato adecuado que pueda levantar el vehículo del suelo, un eje cada vez.

  

ATENCIÓN: Dado que el líquido de frenos es extremadamente corrosivo y su efecto sobre las superficies pintadas es casi inmediato, coloque una capa gruesa de papel de periódico o similar debajo del depósito del cilindro principal de frenos para evitar que el líquido de frenos entre en contacto con la pintura del vehículo al rellenar el depósito durante el proceso de purga.

NOTA: Aunque no siempre es estrictamente necesario desmontar las ruedas del vehículo, hacerlo facilita bastante el acceso a las boquillas de purga, especialmente en vehículos equipados con frenos de tambor en el eje trasero. Si necesita levantar el vehículo del suelo, extreme todas las medidas de seguridad. Una vez levantado el vehículo del suelo y apoyado de forma segura, quite las ruedas, limpie la zona alrededor del cilindro principal del freno y proteja la pintura del vehículo colocando una capa gruesa de papel de periódico debajo del depósito.

Cuando tenga a mano todas las herramientas y el equipo necesario, proceda de la siguiente forma:

PASO 1

Empiece por la rueda más alejada del cilindro principal. Ponga una llave adecuada en la boquilla de purga y deslice un extremo del tubo de silicona sobre el extremo de la boquilla de purga para que quede bien ajustado. Ponga el otro extremo del tubo en la botella de refresco recortada y vierta una pequeña cantidad de líquido de frenos en el recipiente. Asegúrese de que el extremo del tubo de silicona esté completamente sumergido para evitar que el aire vuelva a ser aspirado por el sistema de frenos.

PASO 2

Pídale a su ayudante que pise firmemente el pedal de freno, aunque asegúrese de que mantiene la presión. En la mayoría de los casos, el líquido de frenos que sale a presión estará sucio y es posible que no haya burbujas de aire visibles en el líquido antiguo. Cierra la boquilla de purga y dígale a su ayudante que suelte el pedal de freno.

PASO 3

Repita el proceso hasta que el líquido de frenos que sale a chorros por la boquilla de purga esté limpio y sin burbujas de aire visibles. Tenga en cuenta que este proceso requiere un poco de coordinación entre usted y su ayudante; no permita que el pedal de freno suba antes de que usted haya cerrado la boquilla de purga, así que asegúrese de que su ayudante entiende las instrucciones. Además, es importante no dejar seco el depósito de líquido de frenos del cilindro principal; si esto sucediera, estaría bombeando aire en el sistema de frenos, así que haga que su ayudante compruebe y reponga el nivel de líquido de frenos en el depósito constantemente.

NOTA: Pídale a su ayudante que tenga mucho cuidado de no derramar líquido de frenos sobre la pintura del vehículo mientras repone el líquido de frenos en el depósito para evitar daños graves en la pintura.

PASO 4

Cuando el líquido de frenos que sale de la primera rueda esté limpio y sin burbujas de aire, repita el proceso en la siguiente rueda más alejada del cilindro principal hasta que el líquido de frenos de las cuatro ruedas esté limpio y sin burbujas de aire.

PASO 5

Compruebe el funcionamiento de los frenos arrancando el motor y pisando firmemente el pedal de freno; si el sistema está libre de aire, el pedal de freno estará duro como una roca. No debe estar esponjoso, ni notar un recorrido anormal del pedal, además no debe hundirse hacia el suelo al aplicar presión.

Tenga en cuenta que si los manguitos de freno de goma o los sellos del cilindro principal están dañados pueden hacer que el pedal de freno permanezca esponjoso o blando, así que asegúrese de sustituir todas las piezas de freno sospechosas si el purgado de los frenos no resuelve el problema de un pedal de freno esponjoso o blando.

PASO 6

Rellene el nivel de líquido de frenos estrictamente hasta la marca "Máximo" del depósito y limpie cualquier derrame de líquido de frenos. Dado que el líquido de frenos es soluble en agua, los derrames de líquido de frenos en los bujes y las pinzas pueden eliminarse fácilmente rociando los bujes con una manguera de jardín o vertiendo agua limpia sobre los bujes con un cubo o un utensilio parecido.

A continuación, apriete las ruedas y baje el vehículo hasta el suelo. Pruebe los frenos conduciendo el vehículo en un entorno seguro para comprobar que los frenos funcionan adecuadamente.